Inspirados por el ejemplo de vecinos exitosos, muchos países decidieron legalizar la prostitución y los burdeles en su territorio. Y no se equivocaron, porque un control competente de la industria íntima permite elevar significativamente la economía, así como mejorar el nivel de vida de los ciudadanos y el estado de otras esferas de actividad. Y algunos Estados han conseguido legalizar los servicios sexuales con tanto éxito que en pocos años han logrado superar a los expertos reconocidos en este campo. Por ejemplo, según las últimas estimaciones, México ha conseguido superar incluso a los reputados profesionales de los Países Bajos en cuanto a turistas sexuales.
La historia de la formación de las prostitutas mexicanas
Aunque la industria íntima legal latina tiene poco más de 20 años, investigaciones más profundas han demostrado que la venta de sexo existía aquí mucho antes de que fuera reconocida oficialmente. Y no sólo los estadounidenses venían a México en busca de entretenimiento a precios asequibles: las primeras referencias a prostitutas en este territorio se remontan a las épocas maya y azteca. Es decir, la prostitución como fenómeno no es nuevo en el país, y por mucho que el gobierno intentara combatirlo, las prostitutas no se iban a ninguna parte: en caso de persecución, los burdeles o los particulares se pasaban al servicio clandestino de clientes verificados.
Entonces las autoridades decidieron seguir el ejemplo de los países con éxito y tomar el segmento problemático bajo su control. Como resultado, se elaboró y aprobó una ley federal unificada que permite la implantación de servicios íntimos en todo el territorio de México. Y desde entonces el estado ha demostrado un activo crecimiento económico, que se ve facilitado por los impuestos de los burdeles y los beneficios de los particulares que ofrecen sexo a través de populares sitios web como PANDER – prostitutas de México.
Estado actual de los servicios íntimos
En la actualidad, las distintas regiones mexicanas tienen enfoques diferentes sobre la legalización de las prostitutas, lo que atrae aún más a los turistas sexuales al país. Por ejemplo, casi todos los estados permiten que las prostitutas independientes trabajen libremente, pero en algunos lugares las chicas sólo pueden ofrecer sexo comercial dentro de zonas de tolerancia especialmente creadas, mientras que en otros no hay restricciones para las prostitutas individuales. Por ejemplo, la amistosa Argentina también ha adoptado este modelo de trabajo, permitiendo a las prostitutas trabajar libremente sin intermediarios, pero prohibiendo el proxenetismo y los burdeles. Sin embargo, en el país existen extensos portales de citas con perfiles de cientos de prostitutas; por ejemplo, en Buenos Aires hay decenas de sitios con categorías populares y una cómoda función de búsqueda (ejemplo).
Los burdeles estatales son también una especialidad de México – hay pocos lugares donde se puedan encontrar burdeles, que son supervisados por organismos estatales especialmente creados. Aquí, las puttanas son contratadas mediante entrevista, redactando un contrato laboral en toda regla, y las propias chicas pueden reclamar la paga por enfermedad y vacaciones, así como ahorrar para la jubilación y la asistencia social en caso necesario.
Este cuidadoso planteamiento ha permitido a la industria íntima mexicana atraer a decenas de miles de nuevos turistas en pocos años, multiplicando casi por 2 la entrada de impuestos de las prostitutas en el presupuesto del Estado. Como resultado, en el último año, el número de turistas sexuales que viajan a México de vacaciones ha superado en casi 11.000 la misma cifra para los Países Bajos. Los viajeros afirman que las latinas no son menos profesionales y hábiles, pero cuestan mucho menos.